El proceso: ¿Qué son los dispositivos de tortura?

“Ayer y hoy fuí yo, mañana puedes ser tú.
La verdad está entre nosotros. ¿Quieres escucharla?”
Familiares de sobrevivientes de tortura

Cuando hablamos de dispositivos de tortura no nos referimos a un método o acción aislada y particular, tampoco a un momento único y limitado en el tiempo -como el momento que concentra la mayor parte de las agresiones físicas y/o psicológicas-, sino a todo un sistema o estructura que se compone de un amplio conjunto de piezas, una enredada cadena de acciones, omisiones y hasta hechos delictivos, que operan con el objetivo de echar a andar una compleja maquinaria de violencia, engaños e injusticia.

La tortura como dispositivo se entiende entonces como “un proceso dinámico que comienza al momento del arresto o privación de la libertad, conteniendo una o varias secuencias de eventos traumáticos que pueden tener lugar en diferentes tiempos y lugares” (p. 6, Somier y cols., 1992 en IRCT, 2009), es decir, contempla tanto las detenciones como los tormentos recibidos, la fabricación de delitos, la criminalización, el estigma, y el encarcelamiento injusto, pudiendo extenderse hasta el momento de la liberación e, incluso, dependiendo de los distintos contextos, muchos años después de la misma, lo que va sumando nuevas situaciones y factores revictimizantes que intensifican los daños y van generando otros nuevos, tanto en la persona detenida, agredida y encarcelada como en su familia y entorno.