- La CMDPDH lamenta profundamente el fallecimiento del señor José María Cirilo Ramos Tenorio, acusado y encarcelado hace 11 años por un delito que no cometió.
- Las torturas recibidas durante su detención y, posteriormente, durante su traslado, así como la falta de atención médica adecuada dentro de la cárcel derivaron en que su estado de salud fuera deteriorándose cada vez más.
México, D.F., 25 de octubre de 2013 – José María Cirilo Ramos Tenorio, “Don Pepe” como muchos le decían de cariño, falleció el miércoles, 23 de octubre de 2013, alrededor de las 9 de la noche en el Hospital “Juan Ramón de la Fuente”, en Iztapalapa, Ciudad de México. Se encontraba internado desde hace casi dos meses. Antes de su hospitalización, Don Pepe, de 65 años, se encontraba recluido en el Penal de Santa Martha Acatitla, donde cumplía su onceavo año de condena por un crimen que no cometió.
José María Ramos fue detenido arbitrariamente en el Estado de México, el 13 de agosto de 2002, por agentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Tlaxcala (PGJE), en colaboración con la Procuraduría General de la República (PGR). Ese mismo día, en el Distrito Federal y Estado de México, fueron detenidos también Jorge Hernández Mora, Mario Ricardo Antonio Almanza Cerriteño, Sergio Rodríguez Rosas (concuño de Don Pepe), Oswaldo Rodríguez Salvatierra y Hugo Rodríguez Salvatierra (sobrinos de Don Pepe).
Los seis detenidos fueron golpeados y amenazados, para luego ser trasladados a la Procuraduría de Tlaxcala, donde fueron torturados y presentados ante los medios de comunicación como una banda de secuestradores de la cual Don Pepe, supuestamente, era el jefe. Fueron sentenciados, mediante la manipulación de pruebas y torturas, a 77 años de prisión por los delitos de secuestro, delincuencia organizada y delitos contra la salud.
Don Pepe fue trasladado del Reclusorio Sur a la Penitenciaría de Santa Martha Acatitla en 2011, trayecto durante el cual fue golpeado y amenazado por los custodios. El miedo por su integridad, así como la de su familia lo llevó a no proceder con ninguna queja o denuncia.
En los últimos meses, sus familiares habían notado un progresivo deterioro en su salud y desde julio de 2013, se quejaba de fiebre constante y dolores agudos en abdomen y espalda. Los médicos de Santa Martha lo atribuyeron -sin realizar revisión alguna- a padecimientos gástricos sin importancia. El 30 de agosto de 2013 Don Pepe fue nuevamente trasladado al hospital, esta vez al “Juan Ramón de la Fuente”, en Iztapalapa. Sus análisis no sólo revelaron un proceso neumónico grave e insuficiencia cardiaca, sino que se descubrió una serie de abscesos y hematomas en la zona del hígado que los médicos refieren como producto de golpes, probablemente, los recibidos durante su traslado. En los primeros días de hospitalización, y a pesar de que ya no podía caminar, los custodios decidieron esposarlo a la camilla “para que no se fuera a escapar”.
Las organizaciones acompañantes, en conjunto con la Segunda Visitaduría de la CDHDF, iniciaron un proceso para obtener la excarcelación humanitaria de Don Pepe, considerando la situación de salud en la que se encontraba. En las ocasiones en las que se encontraba consciente, José María Ramos, le repetía a su familia entre lágrimas que no quería regresar a “ese lugar”, refiriéndose a Santa Martha.
Este miércoles, finalmente, su cuerpo cedió a los padecimientos físicos, aunque la realidad es que Don Pepe murió por las torturas, las amenazas, la deficiente atención médica, la negligencia de las autoridades, la ceguera autoimpuesta de los funcionarios, la impunidad de un país que se ha dedicado a fabricar culpables, a llenar las cárceles de inocentes mientras los delincuentes caminan libremente por las calles. Don Pepe murió de injusticia.
Tras 11 años en reclusión, Don Pepe ha dejado la vida, pero su lucha y la de las familias no han terminado. Aún hay cuatro personas más cuyas vidas han sido truncadas y la búsqueda de justicia no se detendrá hasta que su inocencia, la de todos, sea reconocida.
La Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos y el Colectivo contra la Tortura y la Impunidad no sólo lamentamos la dolorosa pérdida de Don Pepe, sino que reiteramos nuestro compromiso de seguir acompañando a estas familias que tanto han tenido que enfrentar en este tiempo; asimismo, hacemos un llamado urgente a las autoridades a poner real atención en este caso y terminar, por fin, con estos 11 años de injusticia.
Estamos deshechos pero de pie, porque somos inocentes… ayúdenos con la verdad. Gracias.
José Ma. Cirilo Ramos Tenorio
(Extracto de una carta con su testimonio)
Comité contra la Tortura y la Impunidad A.C.
Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos A.C.
Para mayores informes
Samuel Kenny, Comunicación CMDPDH
comunicacion@cmdpdh.org
tel. (55) 55642582 ext. 114